Estamos en plena crisis del covid-19 y el decadente Hotel Saphir se encuentra en una situación límite. Pero cuando un inspector de sanidad llega al hotel , Renée, su directora, hará lo que sea para impresionarlo y conseguir entrar en la lista de los hoteles lujosos más seguros; el problema es que el inspector no es quien ella piensa, y los pésimos trabajadores del hotel y la peculiar clientela tampoco lo pondrán fácil. Entre intentos de robos, una caja fuerte llena de misterio, fetichismos, tangos y mucho hielo hidro alcohólico. ¿Volverá el Hotel Saphir a sus anné dorée?
Probablemente la decisión de trabajar en esta pieza, que inicialmente no tenía que durar más de 15 minutos, y llevarla más allá del contexto académico hasta el nivel de un espectáculo profesional no es casualidad. La necesidad de reírnos en los peores momentos, en esta época de crisis en una escala tan grande, de incertidumbre, hace de la comedia no un servicio esencial, pero sí una manifestación cultural infinitamente valiosa.